jueves, 27 de febrero de 2025

REFERENTES DE PENTESILEA

 




REFERENTES DE PENTESILEA

textos de Fernando Figueroa



SINOPSIS DE LA NOVELA: 2010, Madrid. Gloria vive presa de su pasado y de un futuro incierto. Para escapar de la angustia, se enfrascará en una tesis doctoral sobre el rock en Vallecas. Gracias a ello, conocerá a una serie de personajes enraizados en el asfalto, entre el crepúsculo y el amanecer, la ilusión y el desencanto, el fracaso y el triunfo, con los que Gloria compartirá sueños, frustraciones, traumas y heridas pese a pertencer a épocas distintas. En especial, seguirá el rastro de dos bandas míticas, ya desaparecidas, que intuye podrían reunirla con su madre ausente: Pentesilea y Crines de Caín. 

Pentesilea es una historia ficticia, una tragicomedia urbana, agridulce y sucia a ratos, una alegoría que entrelaza mitología e historia, realismo y simbolismo, que usa el rock y el sexo como metáfora de los conflictos humanos y sociales.


Detrás de toda novela hay un conjunto de referentes que se manifiestan expresa o sutilmente en su contenido. En este caso, abordaré algunos que afectan a la construcción de la protagonista de la novela urbana Pentesilea, Gloria, explicando de qué manera se establece dicha relación.

En primer lugar, tenemos dos referentes musicales: el tema «Gloria» de Van Morrison y el grupo Them (1964), versionada y convertida en un éxito mundial por Patti Smith (1975); y el homónimo «Gloria» de Umberto Tozzi y Giancarlo Bigazzi (1979), con sus faldas en el aire. Cuya resonancia, evidentemente, se liga a su nombre propio, un nombre cargado de ironía en ocasiones o exultante de la épica de los perdedores en otras.

Quería que el mensaje de la canción de Van Morrison, underground, temerario, al límite, inmolador, liberador, y la fuerza interpretativa de Patti Smith se vinculase con la protagonista, convertida en una heroína sin espada, una guerrera sin bandera que camina por la jungla urbana entre fieras de todos los colores y sabores, en busca de preguntas y respuestas que den sentido a su mierda de vida. En el caso del tema popularizado por Umberto Tozzi, su alusión está implícita en un episodio donde las faldas y lo que se oculta bajo ellas adquieren una lectura dramática que contrapone la ligereza de los ritmos poperos con la rudeza y pesadez reflejada en el hard rock y el heavy metal.

En otro orden, contamos con referentes cinematográficos. Inevitables películas que, por una u otra causa, se quedaron retenidas en mi mente por su simbolismo y que atañen al imaginario femenino y su relación con una masculinidad hostil o perversa.

Repulsion (Roman Polanski, 1965) es una película que me impactó muchísimo cuando la vi en televisión y creo que pocas han reflejado de un modo tan descarnado y visualmente poético la enajenación de una víctima infantil de abusos sexuales. Este aspecto está latente y se sugiere en mi novela del mismo modo que Polanski lo sugiere en su película, por medio de la inclusión de tics o manías y pistas gráficas. No obstante, Gloria no cae en la deriva hacia desequilibrio mental y la desconexión de la realidad de Carol. Deambula entre la confusión y la inseguridad, la negación y la autodestrucción, la ilusión y la superación. Afronta sus fantasmas y combate contra sus monstruos desde el silencio del secreto, y aguarda una redención de sus pecados que no vendrá de ninguna otra persona más que de ella, aunque encuentre por el camino ayudantes que le indicarán, queriendo o sin querer, por donde debe ir para poder vivir algo parecido a una vida alejada del dolor.

Candy (Christian Marquand, 1968) es una comedia que explota el filón comercial de la contracultura de los sesenta y reconozco que me enamoró por su fantasía, desparpajo y estética, con un fuerte peso de lo musical. Se configura como un viaje iniciático de autodescubrimiento que plantea las vicisitudes que acarrea en una mujer heterosexual una entrega incondicional a los hombres en un mundo eminentemente machista. La trama emula el Cándido de Voltaire o a una especie de Lazarilla del amor, aunque con una protagonista que apuntala su inocencia en un candor carnal rollizo, una trama con aires hippibudienses, una pléyade de arquetipos que alcanzar el esperpento y una buena dosis de hedonismo y delirio que, hoy en día, adquiere un tono nostálgico y ve aumentado su toque provocativo. Ese deambular entre masculinidades tópicas y típicas, arrebatadas por la lujuria, pero más cargado de dramatismo y sujeto al realismo, o el tema de la cosificación de la mujer como un objeto de deseo al que alguno quiere despojar de voluntad para capricho o suplemento propios están en Pentesilea.

En otra vertiente, la revisión un tanto gamberra del imaginario jevi, que realizo en algunos momentos y que, sinceramente, se puede llegar corta frente a la realidad del rockosmos, toma bastante de This is Spinal Tap (Rob Reiner, 1984), un falso documental en clave de comedia. Porque, eso sí, Pentesilea es una tragicomedia rockera con sus refrescantes momentos de relax y diversión. La idea de mezclar ficción y realidad ya me viene de antaño; hasta de plantear la ucronía, y aquí insisto en esa fórmula creando dos grupos ficticios que dejaron huella y legado en el rock español: Pentesilea y Crines de Caín; y algún otro grupo, otro rockero, otro álbum, otro tema, otro letra, otra sala, otro festival, otro concierto, etc. En el fondo, creo que la novela ha sido un pretexto para darme el capricho de diseñar un logo metalero chachi.

No por fácil o trillada, también puedo comentar la influencia del folclore o la mitología en la configuración de esta comedia humana y urbana. Se hace referencia, por ejemplo, al cuento de Caperucita Roja, en el emparejamiento de Gloria con su abuela, la figura del camino largo y corto o la configuración de algunos varones en depredadores de la inocencia o lo que quede de ella. Obviamente, la novela está plagada de alusiones mitológicas, como al Minotauro, la Odisea, o la encarnación en distintos rockeros, simple o mezcladamente, de dioses mundanos o caídos del panteón griego: Efesto, Hermes, Ares, Dionisos, Atenea, Artemisa, Afrodita, Hécate, Apolo, Zeus... Todo muy diluido en un crisol de contemporaneidad y agitado con la respectiva mitificación y corpus legendario que alimenta la historia del rock.


Por otra parte, me gustaría señalar, dado el fuerte peso del diálogo en formato de entrevista, el referente periodístico o antropológico. Horas de bareto he llenado leyendo entrevistas de figuras de la farándula o del mundo de la música, en especial del rock. En este sentido, la revista Jot Down ha sido una fuente de inspiración innegable, cuyas entrevistas he disfrutado como un enano, hasta el punto de querer emularlas a mi estilo y desde la ficción en las páginas de esta novela. El rol de la protagonista como doctoranda, investigadora universitaria, me ha permitido desarrollar un conjunto de conversaciones que, en el fondo y en su teatralización, también beben de mi propia experiencia en el trabajo de campo entrevistando y observando a informantes de lo más variopinto en sus modos y maneras.


Hay muchos referentes más, sutiles o notorios, pero estos son los que por ahora me permito compartir. Espero sirvan como pequeño acicate para la lectura o para la escritura y que sean prueba de la fundamentación de mi imaginario literario en ese poso difuso y rico de la cultura popular pasada por el centrifugado de la cultura de masas requetecapitalista que nos bombardea a diario.


Otros referentes


Historias vallecanas



lunes, 24 de febrero de 2025

EN EL VALLEKAS NEGRA

 




EN EL VALLEKAS NEGRA

Fernando Figueroa


SINOPSIS: Tras haber sido invitado por Ignacio Marín a participar en la tercera edición del Vallekas Negra, festival de novela negra y social, servidor hizo acto de presencia el día 6 de febrero para hablar de su trayectoria y sus libros, en especial los incluidos en dichos géneros. La presentación estuvo a cargo de la escritora, traductora y música Ana Grandal.

 

Lo que prometía ser una jornada de festejo se amargó por la noticia, esa misma mañana, del fallecimiento de mi amigo, paisano y lector beta Manuel. Estuve con él en Navidades contándonos las novedades de nuestras vidas corrientes y molientes. Me dijo que andaba leyendo Pentesilea y que le estaba gustando mucho y no era un lector fácil, por eso quería que me leyese y me criticase y me anunció también que iba a ir a verme al festival para animarme. Hasta me lo confirmó con un correo unos días antes. Sin embargo, al final no pudo ser. Llegaba justito, se conoce. Murió el día antes, por la tarde. A lo mejor estuvo allí y no le vi. Es otra posibilidad. Era una hombre de palabra, sincero y con buen humor. El acto era en el barrio, le seguiría pillando cerca. Sea como sea, le siento alrededor cuando me pongo a escribir. Siempre fue un apoyo y seguirá siendo una inspiración.

Imaginad el trance, mi apuro ese día. Yo que me las prometía muy felices, con ganas de compartir el momentazo con gente nueva y los amigos que han estado ahí aguantándome y dándome aliento, acompañándome en mi crecimiento como escritor y artista, incluso como persona, y uno muy apegado se me va dejándome un vacío, un vacío muy gordo porque uno escribe para los demás y, en especial, para aquellos que reconocen su valía y conectan con su estilo y mundo interior. Me consolé con la presencia de otro amigo, paisano y lector fiel, Juan, que me acompañó en la jornada, y de la gente que asistió al acto, muy entusiasta del festival. Hay que rodearse de gente buena y vivir momentos positivos.

La presentación de Ana Grandal fue trabajada, cálida, se notaba que es una persona que ama la literatura, el arte, y que está enraizada en la cultura popular, en Vallecas. Hablamos de muchos temas, hasta de mis libros sobre grafiti, en especial de los referentes al barrio. Tuve ocasión de mentar incluso a mi abuelo y la deuda que tengo con él en el desarrollo de mi vocación por las letras y por tomar su testigo literario. En general, la conversación fluyó en un tono cordial y distendido que permitió conectar cada uno de los libros conmigo, atender su genealogía creativa y hacerse una idea del tipo de contenidos y estilo que podían ofrecer cada uno a los lectores. Como detalle del buen rollito, se procedió entre nosotros dos al trueque de libros de rigor y cortesía de autor a autor.

Se cumplió el principal objetivo y agradezco al Vallekas Negra por ofrecerme la oportunidad de alcanzarlo— era poder tener una plataforma lucida, cuidada e independiente para difundir la existencia de mi obra. En este caso, se añadía también la misión de visualizar el talento creativo que abunda por los andurriales vallecanos, aunque me quise mostrar más bien como un exponente más del talento que alberga y representa al malafamado pero dignísimo barrio de Entrevías, territorio y encrucijada peculiar dentro del Vallekosmos contemporáneo.


La presentación tuvo que agradar si atendemos al hecho de que nadie abandonó la sala y a la respuesta frente a la mesa de venta, pues se vendieron un manojo de libros. En concreto, el público se sintió interesado por Kómete a los rikos, Pentesilea, Los pistoleros o el caso Hamster, La caída o el caso Edipo, Expediente Bélmez o Pompinas. A la espera estaré de sus opiniones lectoras, que la retroalimentación es vital para el progreso artístico; más incluso que el vil metal.

Seguramente, hizo mucho jugar en casa y poder plantear ciertas claves que facilitaron la conexión con los convecinos. Más que escritor de barrio, allí estaba como escritor del barrio, con todo la responsabilidad y poderío que eso representa. Por supuesto, había mucho ganado en el terreno de la pasión de la lectura, que amalgama más que el mercurio, y me pareció entender que estaban presentes participantes del club de lectura de la librería La Verde y autores embarcados en el género negro, lo que se dice un público incondicional.

En definitiva, me lo pasé bien en la medida en que me sentí escuchado, arropado y atendido. Una grata experiencia que llevaré en mi corazón. No obstante, ha sido mi primer festival literario, de concurrencia con gente trillada y de renombre, y creo que eso debe marcar o, al menos, constituir un hito memorable en la carrera de cualquier escritor emergente y talludito.

Por si fuisteis y queréis recordarlo o no estuvisteis y queréis verlo, aquí os dejo la grabación realizada por el Ateneo Republicano de Vallecas de la presentación. Un saludo y que la vida os sea alegre.