SANCHO EL DEDITOS
Microrrelato de Fernando Figueroa
Esa cerradura se lo estaba poniendo crudo. Lo que había sido causado por la necesidad ahora se convertía en una cuestión de amor propio. ¿Cómo le iban a mirar los colegas si no era capaz de abrir una cerradura de cilindro de los años cincuenta? Menos mal que junto a la maña traía un empeño a prueba de bombas. Sacó el martillo y la emprendió a golpes. Pim, pam, pim, pam. ¡Joder, que estaba en pleno campo y se le iba a hacer de día!
Allí dentro no había mucho que rascar. Quizás algún marco de plata, una cafetera, la calderilla acumulada en un tarro de cristal… Los artistas son la pera. Más muertos de hambre que Carpanta. ¿Qué era eso? ¡Hostia!, pesaba. Era de colorao, fijo. Podía sacarle una pasta gansa.
Tenía pinta de ser un trofeo de cuando los buenos tiempos, cuando el difunto era alguien para la alta sociedad. Tenía algo grabado. Ponía «pídeme un deseo y lo verás por escrito». Se quedó pensando. ¿Y si…? ¿Por qué no? No le habían dado el Planeta al muerto... Venció el temor de que fuera un objeto de broma que le pusiera los morros negros y habló por el hueco del tintero:
—Quiero ser el mayor escritor de España.
Fue un cachondeo. Entraron como los hombres de Harrelson. Le encalomaron el marrón. Sentencia firme. Juraban que había entrado para llevarse el arma del crimen. Preso en Alcalá Meco para los restos, se entretenía copiando el Quijote en unos cuadernos.
Este microrrelato responde a la convocatoria de participación en el reto La inspiración, propuesto por los blogs Acervo de Letras y El Tintero de Oro. Reto que consiste en:
Espero haberlo cumplido. He clavado las 250 palabras.
Hola, Fernando: claro, pidió ser el mayor escritor de España y se convirtió en Cervantes, jeje. Muy bueno tu microrrelato, con mucho ingenio.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Gracias y más gracias aún al ver que eres manchega y aprecias el quijotismo, Todo un aval. ¡Saludos y suerte!
EliminarMuy bueno! El ladrón salió un poco escaldado...Me ha gustado el micro, toda una tragicomedia. Acabar en la cárcel es un alto precio, pero entretenerse con Cervantes es una muy buena opción. Saludos.
ResponderEliminarGracias. Como decían los griegos: cuidados con tus deseos porque pueden llegar a cumplirse. ¡Saludo y suerte con todo!
Eliminar¡Hola, Fernando! ¡Qué lujo que te hayas animado con el reto! Y además con un micro tan negro como los morros que se le habrían quedado a este tipo si el oro de ese tintero hubiera sido del que cagó el moro como se decía antes.
ResponderEliminarMuy buena caracterización del tipo a través de su lenguaje barriobajero (tan distinto del que te leí en El caso Edipo) y, por supuesto, fantástico cómo desde su punto de vista intuimos toda la historia y la trampa en la que cayó por ser buitre demasiado ansioso.
Tampoco fue preciso en su deseo, ja, ja, ja... Tendría que haber pedido quiero ser mejor escritor que el mejor escritor de España, quizá así hubiera, al menos, podido ser algo más que una copia. Me encantó. Un abrazo!!
Gracias, David. Me animé y me lancé. Como ando ahora con la novela urbana, metalera y vallecana, ando refrescando los modismo y la jerga de mi infancia y adolescencia setentera y ochentera. El micro estaría ubicado en 1982. Si es que los deseos se pierden por esa "imprecisión" que indicas y por la ignorancia de conocer las penalidades que hay detrás de ciertas grandezas. Los grandes dramas, las grandes tragedias griegas parten de malentendidos lingüísticos, jaja. ¡Ay los oráculos! Como decía Flaubert, "le mot juste", hasta en los arrabales, no sea que te saquen la navaja. ¡Abrazo!
EliminarHola, Fernando. Es la primera vez que te leo y me ha gustado mucho tu aportación al reto. El tono del relato y la velada alusión al personaje cervantino, deseando ser como el autor de su propia existencia, me ha fascinado. Queda claro que hay que elegir bien las palabras al expresarnos, esa lección la aprendió Sancho, ser el mayor escritor de España es un techo muy alto.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias. Los juegos de espejo funcionan muy bien. Y sí, el tormento de pedir deseos es que someterse a esa presión del ahora o se pasa la ocasión hace que no se reflexione debidamente y no verbalizar bien lo que se desea. Supongo que meterse en el chalecito de una gran figura que sale en las revistas le hizo pensar que la vida de escritor es miel sobre hojuelas. Saludo y gracias.
Eliminar¡Qué bueno, Fernando! La ironía final me ha encantado y cómo has ido conduciendo hacia ella la historia. Un micro genial.
ResponderEliminarGracias. Se ha hecho lo que se ha podido creo que apretar la idea en 250 palabras me ha ayudado bastante. ¡Saludo!
Eliminar¡Hola, Fernando! Estupendo relato en el que el protagonista se encuentra el tintero mágico de forma casual. ¡Y qué manera de cumplir su deseo de ser el mejor escritor de España! Siendo encarcelado y escribiendo el Quijote, al igual que Cervantes. Muy bien conectado y muy original este desenlace tan literario en un micro salpicado también del género de suspense y policiaco.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar en el reto. Un abrazo.
Gracias. Lo he disfrutado mucho y estoy contento porque, como en formatos más largos, soy brujulero y me cuadró todo muy bien a la primera, aunque luego venga la jardinería. ¡Saludo!
EliminarEs muy común no concretar por vagancia o por pensar que los otros se esfuercen. Luego pasa lo que pasa.
ResponderEliminarMe encantó como sacaste la acción de la consigna literal, y como aprovechaste el titulo, siempre muy conveniente en los micros. Pero lo que más es como has eludido nombrar el tintero aprovechando que todos sabíamos de que se hablaba.
Veo por los comentarios que eres escritor de largo o de novela, pero los micros también se te Dan muy bien.
AbrZoo
Gracias. Es verdad, Gabiliante, si no es por los morros negros ni nos olemos que sea un tintero. El lector tiene que esforzarse para visualizar la forma del "trofeo", esos aparatosos trofeos que reproducen atributos del oficio que toque. Supongo que un día, igual que hay trofeos con tinteros, plumas o gafas, habrá alguno con teclas, máquinas de escribir u ordenadores. A saber. Hace falta unos siglos para que arraigue su glamur. ¡Abrazo y suerte con todo!
EliminarMe ha encantado el final, jajaja.
ResponderEliminarGraciñas. Hay que poner siempre la guinda. Si no es acabar en la cárcel es que te caiga una invasión extraterrestre. ;)
EliminarHola Fernando, un gusto leerte, muy bueno tu micro.
ResponderEliminarGran deseo el que pidió sin medir las consecuencias, en fin, así acabó sus días, saludos.
PATRICIA F.
Gracias. Así suele ir el tema de los deseos: un despropósito. ¡Saludos transatlánticos!
EliminarHola, Fernando.
ResponderEliminarMuy original. Aquí no hay escritor, sino un ladronzuelo, con miras de altos vuelos, al que le salió el tiro por la culata; porque pidió ser un gran escritor y se convirtió en un escriba, o en un monje copista enclaustrado contra su voluntad. X)
Enhorabuena, gracias por la participación.
Un Abrazo.
Gracias. Si es que para ser algo desde cero hace falta tener algún mimbre. También pasa con los negociadores. Si no sabes negociar no hagas pactos ni con un tintero. ¡Saludo y suerte con todo!
EliminarHola Fernando, si es que el deseo se las trae, cómo no iba a ser un cachondeo. Muy ingenioso. Me gustó. Un placer leerte. Te sigo. Saludos
ResponderEliminarGracias. La vida, como la ficción, a veces parece una broma. Saludo y suerte.
Eliminar¡Hola Fernando! Al ladrón, como suele pasar, no le salió el deseo como esperaba.
ResponderEliminarBuen micro, con un final muy original.
Un saludo.
Gracias. Sí, al final el "lo verás por escrito" se convirtió en un "sentencia firme". Saludo y suerte con todo.
EliminarHola, Fernando. ¡Estupendo relato! ¡Muy original!
ResponderEliminarPero ¿no se le podía haber ocurrido otro deseo? Ser un escritor de éxito, ganar mucha pasta escribiendo una buena novela, ser reconocido como literato. ¡Tenía que ser "el mejor"!
Mira que su madre se lo decía de chico: Hijo, no des tantas vueltas, al grano, concreta bien lo que quieres.
Un saludo.
Jaja, el ego que es muy malo en la época del "soy el number one"; ¡ay los años ochenta! Muchas gracias. Saludo y ánimo con todo.
EliminarNada menos que el Quijote! Todo un clásico para copiarlo! Tiene lectura y escritura para rato! Ja, ja! Un abrazote!
ResponderEliminarAsí se pasa volando la condena, como montado en Clavileño. ¡Gràcies! Un saludo.
Eliminar¡Hola, Fernando! No dejo de ver en la trena a Sancho, el escudero, copiando el Quijote. Esto es muy bueno. Saludos
ResponderEliminarJaja, hay tantos sanchicos presos de su ingenuidad por alcanzar su barataria. Gracias y un saludo.
EliminarEstaba deseando encontrarte. Me habían comentado que otro compañero también se había fijado en Cervantes y en El Quijote. Lo que no me habían dicho es que el resultado le había quedado tan redondo. Habrá sido para no desanimarme.
ResponderEliminarFelicidades.
Saludos.
Gracias por las flores, colega cervantino. Es de rigor que una sanchería salga redonda o, si no, vayámonos a una ínsula sin musas. De haber hecho una quijotada, sería algo más espigado y pellejo, jeje. ¡Saludo y suerte con todo!
EliminarHola Fernando, menuda mala leche la del tintero. Sin duda un excelente relato. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias. Hay tinteros que los carga el Diablo, jaja. Saludo y suerte.
EliminarY le concedió su deseo. Que no se queje. Je, je. Muy divertido.
ResponderEliminarGracias. A lo mejor no se ha dado cuenta el pobrecito, je, pero sí. ¡Ay, las dobleces de la literalidad y el lenguaje figurado! Saludo y suerte.
EliminarHola Fernando. Los que intentamos pasar por escritores sabemos que en la sutileza de algunas las palabras puede estar muchas veces la diferencia entre el éxito o el fracaso. Nuestro ladrón empleó "mayor" y eso tuvo, cantidad en vez de calidad. Si hubiera empleado "mejor" otro gallo le cantaría. Claro que para ser el mejor no valen magias ni atajos, sino constancia y esfuerzo. Muy buen aporte. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias. La meritocracia humana se da de bruces con las mercedes sobrenaturales, je. ¡Un saludo y suerte con todo!
EliminarLa cosa no le fue tan mal a tu protagonista al final , copiar al gran genio de las letras es todo un lujo
ResponderEliminarUn gusto leerte Fernando.
Un abrazo
Puri
Gracias. Hay desgracias y desgracias. Para Cervantes la prisión era la peor de las situaciones, pero si te dejan leer y escribir, no es tan terrible. ¡Gracias, saludo y suerte con todo!
EliminarJajaja ¡Ese es el tema, hay que saber pedir! Bueno, y también leer la letra pequeña.
ResponderEliminar¡Qué precisión la tuya clavar las 250 palabras! Un saludo.
Saber pedir y encajar lo recibido es fundamental. Al menos no lo lleva mal el muchacho desarrollando la psicomotricidad caligráfica. Le vendrá bien para mantener en forma sus deditos. ¡Un saludo y ánimo con todo!
Eliminar¡Genial! ¡Sí señor! un escrito de categoría, con la voz apropiada a pie de calle, (o de barrio marginal), bueno, en Alcalá Meco estará rodeado de gente de la misma calaña, o peor (visto el mundillo político).
ResponderEliminarEl final de traca.
Un gustazo leerte, Fernando. Muy bueno.
Gracias. La verdad que fue también un gusto escribirlo y recordar el habla de antaño. Es interesante escribir en micro, aunque al principio parece que no va a dar de sí para contar mucho. ¡Salud y suerte con todo!
EliminarUn relato diferente, original y muy bien ambientado. Me ha gustado muchísimo. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias. Hay que darle vueltas a los temas. Un saludo transatlántico y ánimo con todo.
EliminarHola, Fernando, genial relato, jajaja, al final nos dejas con la mosca detrás de la oreja, ¿tiene poder ese tintero o no? Puede que sí, pero visto en retrospectiva, puede que todo sea fruto de la casualidad. Lo que no es casual es el talento con que nos has ilustrado con este relatazo, muy muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias, Pepe. Es cierto que nos genera dudas. La policía ya tenía que estar ahí antes de pedir el deseo y no la pudo llamar el tintero, y, por tanto, todo apuntaría a que se haya producido una sucesión de hechos sin relación. Aunque también, por otro lado, el tintero podría haber actuado sobre la marcha de los acontecimientos para encontrar la forma de "cumplir" el recado. ¿Causalidad o casualidad? Todo depende del baile de letras. Un saludo y suerte con todo.
EliminarHola, Fernando. Pues objetivo cumplido, lo pedido se ha cumplido aunque igual no en el contexto deseado. Tenemos que aprender a poner letra pequeña a nuestros deseos o fijo que se volverán en nuestra contra.
ResponderEliminarSaludos.
La vida tiene muchas cláusulas y revisiones contractuales, pero no se nos prepara para no complicarnos la existencia en sus vericuetos. Nos queda la prudencia frente a la jibris de creer que lo sabemos o controlamos todo. Gracias. Un saludo.
EliminarMuy bueno, Fernando!! Me encantan tanto la historia como la forma en que está relatada, ¡más le hubiera valido seguir de Sancho que de Cervantes!. Un placer leerte. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Moraleja: hay que aspirar a prosperar sin ínfulas de grandeza, jaja. ¡Saludo!
EliminarMuy bueno! 😉
ResponderEliminar¡Gracias!
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